¿Cómo pasar el tiempo de forma segura en el parque infantil?

¿Cómo pasar el tiempo de forma segura en el parque infantil?

seguridad en el parque infantil

El juego de un niño pequeño, no importa dónde ni en qué circunstancias, implica ciertos riesgos. El niño no tiene un instinto de autoconservación suficientemente desarrollado para ocuparse de su propia seguridad durante el tiempo de despreocupación.

Esto es, por supuesto, responsabilidad de los padres. El patio de recreo es un lugar donde hay que tener especial cuidado. ¿Por qué? En primer lugar, porque es un lugar público: no tenemos ninguna garantía de que otros usuarios lo utilicen correctamente, sin hacer daño a los demás. Además, hay muchos equipos y estructuras diferentes de los que un niño puede hacer un mal uso. Merece la pena establecer algunas normas y repetírselas a tu hijo antes de cada salida. No puedes esperar que un niño de varios años los recuerde todos a la vez.

Antes de salir de casa, también es importante vestirse adecuadamente. Por supuesto, debe ser adecuada al tiempo que haga. También es importante que la ropa no sea demasiado ajustada, pues restringirá el movimiento. Por otra parte, la ropa demasiado grande, como unas piernas demasiado largas o un sombrero que caiga sobre los ojos, puede provocar una caída grave. Evita los accesorios innecesarios, como botones grandes, adornos que sobresalgan o cordones colgantes. Los zapatos deben ir incorporados. Así se reduce el riesgo de que la delicada piel de los pies del niño entre en contacto directo con bordes afilados o piedras. Si el calzado tiene cordones, comprueba de vez en cuando que están bien atados.

Si tu hijo tiene hambre mientras juega, deja tiempo suficiente para comer. El niño debe sentarse y comer tranquilamente. Un bocadillo mordido al vuelo o un sorbo rápido de agua pueden provocar un atragantamiento.

¿Qué hay que tener en cuenta en la obra?

Todos los parques infantiles públicos deben tener normas y un tablón de información. Su ausencia debe alertarnos. Si hay un reglamento, léelo atentamente. Puede incluir cuestiones importantes como las restricciones de edad para el uso de determinados equipos, así como las condiciones para el uso adecuado de los columpios de muelle, los columpios y otros equipos disponibles. El cartel te indicará quién es el responsable de las instalaciones y a quién debes dirigirte en caso de emergencia.

El parque infantil debe estar vallado: así se evita una posible fuga del niño y también se tiene más seguridad de que los animales no han tenido acceso a la zona. No obstante, conviene comprobar la limpieza de la arena del arenero, porque además de la suciedad dejada por perros y gatos, podemos encontrar en ella trozos de vidrio, botellas de plástico y colillas.

Aunque visites la misma instalación todos los días, comprueba su estado cada vez. A veces basta un rápido vistazo para detectar daños peligrosos: corrosión, agujeros en el suelo, astillas, equipos inestables, piezas que sobresalen, escaleras rotas. Si los detectas, no intentes repararlos tú mismo. Hacerlo puede ser incompetente e invalidar la garantía. Informa inmediatamente de los fallos al responsable de las instalaciones y trasládate a otro parque infantil seguro. No basta con tomar todas las precauciones de seguridad: ¡un padre nunca debe perder la vigilancia!

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