Los gimnasios al aire libre se consideran pequeños objetos arquitectónicos según la ley de edificación. Por tanto, no se requiere licencia de obras, pero es necesario informar del proyecto previsto al departamento de arquitectura competente del municipio. Hay que esperar aproximadamente un mes para la aprobación. Si, transcurrido este tiempo, el inversor no recibe ninguna objeción, puede empezar a construir.
Al montar un gimnasio al aire libre, la ubicación es muy importante. Por razones de seguridad y comodidad de los usuarios, el terreno para el gimnasio al aire libre no debe estar situado en lugares aislados de las afueras de las ciudades. Cuando los aparatos de gimnasia se sitúen cerca de parques infantiles, deben estar adecuadamente separados. ¿Por qué? Según la definición, los gimnasios al aire libre están destinados a mayores de 14 años o a personas con una altura mínima de 140 cm. En los niños pequeños, el uso inadecuado de los aparatos de gimnasia puede acabar en lesiones o traumatismos. Por tanto, si el promotor quiere crear una instalación recreativa completa para niños y adultos en un solo lugar, la zona del gimnasio al aire libre debe estar cuidadosamente vallada. Además, todos los equipos recreativos deben estar a una distancia mínima de 10 metros:
- Líneas de demarcación de calles,
- Ventanas y puertas de edificios vecinos,
- Lugares de recogida de residuos.
La zona también debe evitarse:
- Aparcamiento, por el aumento del tráfico de coches,
- Almacenes y naves, ya que en las inmediaciones pueden utilizarse equipos industriales,
- Grandes tiendas y centros comerciales para evitar que los ejercitantes se sientan incómodos,
- Carriles bici y otras vías de circulación por riesgo de accidentes.
Terreno y superficie adecuados
Además, el gimnasio al aire libre debe colocarse sobre un suelo nivelado. No debe haber huecos ni protuberancias en él, ya que pueden hacer que el equipo instalado sea inestable y también favorecer la acumulación de agua de lluvia, lo que provocaría una rápida corrosión del equipo o dificultaría mucho su uso.
Igualmente importante es la superficie para amortiguar las caídas, proteger el equipamiento, garantizar la comodidad del ejercicio y drenar el agua acumulada. La opción más barata es el césped, la arena, la grava o las astillas de madera. Sin embargo, esta elección requiere un cuidado constante y un mantenimiento frecuente, ya que la superficie natural es susceptible al uso intensivo y a las condiciones meteorológicas adversas. Hay muchas superficies artificiales en el mercado que cumplen las normas necesarias. Entre ellas están el césped sintético, las alfombras hipertróficas, las losas de gránulos de caucho y las superficies de poliuretano vertido, que son muy suaves y estéticamente agradables.
Aparatos de gimnasia al aire libre
Es importante que el equipo recreativo de un gimnasio al aire libre cumpla la norma PN-EN 16630:2015-06, que tiene en cuenta, entre otras cosas, los materiales de producción recomendados, el método de fabricación, el montaje y la instalación, para que la vida útil del equipo sea lo más larga posible y el riesgo de avería lo más bajo posible. Además, cada aparato de gimnasia al aire libre debe ir provisto de instrucciones de uso claras, incluidos los gráficos. El promotor también debe asegurarse de que los aparatos no estén demasiado cerca unos de otros y de que estén diferenciados en cuanto al nivel de dificultad y a los tipos de ejercicios realizados. También es imprescindible un tablón bien visible con las normas generales del gimnasio y los datos de contacto del propietario o supervisor de la instalación.
